Nuestra visión se basa en lo que dijo el apóstol Pablo en Efesios 4:10-16. Estamos convencidos de que nuestra labor como cuerpo de Cristo no es encerrarnos en un edificio, sino que a nuestro alrededor hay muchas vidas que esperan, tienen hambre y sed de algo que las llene de esperanza y sólo hay un camino en el que la esperanza , la salvación y la paz se pueden encontrar y eso es a través de nuestro Señor Jesucristo. Desde el principio parte de nuestra misión ha estado motivada por llegar a los más necesitados: las personas sin hogar, a quienes nos acercamos no solo con el alimento físico sino también con el alimento espiritual para satisfacer su espíritu. A través de este trabajo muchos han sido salvados. Hemos visto a Dios gloriarse en cada transformación y sanidad en cada uno de ellos. Creemos que estos son los días en que La Llama del Espíritu Santo traerá restauración a los hogares, jóvenes que han sido maltratados y afectados por diferentes circunstancias.